Bancada del Mira pidió rastrear dónde tumbaron algunos que eran de patrimonio, sin permiso.
La
indiscriminada tala de árboles que sufrió Bogotá a finales del año
pasado, y revelada por EL TIEMPO el sábado, ya llegó a la Fiscalía.
La
bancada del movimiento Mira en Bogotá le envió una carta a la Unidad de
Delitos contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente, en la que le
solicita "investigar" por qué razón se talaron 776 árboles de varias
especies -algunas patrimonio de la ciudad- sin los requisitos exigidos.
"Este
tipo de actuaciones por parte de contratistas se podría catalogar como
un delito ambiental. Se violaron todos los protocolos de atención e
intervención de los árboles ", denunció Carlos Guevara, vocero del
movimiento Mira.
La
Fiscalía deberá evaluar si se violó el artículo 331 del Código Penal,
que habla de los daños en los "recursos naturales" y contempla una
prisión de dos años y multas de hasta 10.000 salarios mínimos legales
para sus responsables.
Las
talas fueron realizadas por el Consorcio Talas Bogotá y la Unión
Temporal Landa, que recibieron dos contratos el año pasado (cada
contratista recibió 800 millones de pesos), con el objetivo de retirar
aquellas unidades que representaban un mayor riesgo para la ciudad. Sin
embargo, al menos 526 árboles -que amenazan con venirse al piso-
quedaron en pie, pues los contratos no fueron ejecutados al 100 por
ciento.
Esta
polémica contratación, ya en la mira de todos los órganos de control,
fue adjudicada por el Jardín Botánico José Celestino Mutis, bajo la
entonces dirección de Mauricio Garzón, en el 2011.
La
Contraloría Distrital ha arremetido contra el papel que cumplió la
interventoría, a cargo de la Unión Temporal un Pulmón para Ti D. C., que
recibió un contrato por 328 millones de pesos, pues dice que hubo falta
de gestión.
Cruce de acusaciones
Precisamente,
este miércoles, la interventoría y la exdirección del Jardín Botánico
se lanzaron acusaciones mutuas frente a la responsabilidad de la tala.
Lenín
Humberto Bustos, representante legal de Un Pulmón para Ti, dijo que la
responsabilidad recae en la pasada administración del Jardín Botánico,
pues señaló que no tenían los estudios acordes y, por esa razón, se
talaron más de 800 árboles que no se debían tumbar. "Nosotros talamos lo
que nos entregaron en el Jardín. Dos meses y medio después nos dimos
cuenta de esta situación. Nos entregaron mal la información", dijo
Bustos, quien anunció demandas en la Procuraduría, la Contraloría y la
Fiscalía por este espinoso tema.
Pero
otra cosa afirmó el exdirector del Jardín, Mauricio Garzón. Según su
versión, la interventoría no marcó los árboles que se debían talar y eso
dio pie para que los contratistas hicieran una poda indiscriminada. El
exfuncionario sostuvo que, por esa razón, les impusieron una multa y les
decretaron un incumplimiento.
Expertos
como Herman Martínez, exdirector del Jardín Botánico, han denunciado
que en Bogotá "los contratistas talan por zonas para ganar más dinero.
Se paga por árbol talado, y eso es lo perverso. No talan por prioridad".
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