Todas las caídas de agua del páramo son aprovechadas por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá para generar energías limpias.
Los recursos son aportados en bonos de carbono por países industrializados que, de acuerdo con el Protocolo de Kioto no han cumplido con su obligación de reducir en un determinado nivel las emisiones de carbono.
En la microcentral hidroeléctrica de Santa Ana, ubicada en Usaquén, en Bogotá, se produce el 70 por ciento de la energía que necesita la empresa para operar, con lo cual no tiene que recurrir a los combustibles fósiles.
Luis Fernando Ulloa, gerente de la empresa, dice que dos microcentrales más van a ser construídas, una en Suba y otra en Usaquén para completar el 100 por ciento.
En la microcentral hidroeléctrica de Santa Ana, ubicada en Usaquén, en Bogotá, se produce el 70 por ciento de la energía que necesita la empresa para operar, con lo cual no tiene que recurrir a los combustibles fósiles.
Luis Fernando Ulloa, gerente de la empresa, dice que dos microcentrales más van a ser construídas, una en Suba y otra en Usaquén para completar el 100 por ciento.
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