El biólogo dijo que si los países en el mundo decidieran aportar sólo el uno por mil de su Producto Interior Bruto (PIB), se podría dar la debida protección al medio ambiente.
Sus cálculos apuntan a unos 50.000 millones de dólares que, según dijo, "no es mucho" dinero si se trata de "mejorar la calidad de vida" de la humanidad que tiene a unos 2.000 millones de personas en la extrema pobreza.
Esa fue una de las premisas de la conferencia que Wilson, profesor y conservador del museo de zoología comparada de la Universidad de Harvard, pronunció en la jornada final de la denominada Primera Cumbre Internacional de Biodiversidad 2011, que comenzó ayer en la capital ecuatoriana.
Para Wilson, existen los recursos y la tecnología para acabar con la pobreza y proteger el medio ambiente, aunque aseveró que "quienes controlan esos recursos deben tener el interés para hacerlo".
El biólogo, considerado uno de los científicos más influyentes en el mundo, concluyó que "la sociedad se define no sólo por lo que crea, sino por lo que se rehúsa a destruir".
Ante un auditorio en el que abundó el público estudiantil de Quito, Wilson pidió a los jóvenes poner mucho más interés en la biología y no dudó en desnudar su historia como ejemplo para los alumnos.
Y es que desde los 13 años Wilson se dedicó a conocer las hormigas, pasión que aún conserva y que le ha llevado a desarrollar teorías sobre las feromonas en los procesos de comunicación de la naturaleza.
Para él, "el siglo XXI va a ser conocido como el siglo del medio ambiente", porque la humanidad está abocada a conocer y proteger las especies o a destruirlas.
En el pastel de los seres vivos, con 1.400 millones de especies conocidas, los insectos ocupan la mayor parte, mientras que la porción de los mamíferos apenas es perceptible, mostró Wilson en sugerentes gráficos que adornaron su conferencia.
Pero hay, añadió, una gigantesca variedad de artrópodos, bacterias y una cantidad "astronómica de virus", que se cree son sustanciales en el equilibrio ambiental.
Es la gente joven la que debe conocer la naturaleza, apostilló Wilson, aunque lamentó que "casi hemos perdido este amor por la naturaleza en las ciudades".
Conminó a los jóvenes a involucrarse más en el conocimiento de la biología y en la protección de la naturaleza, pues indicó que si se salva el ambiente físico, también se salvará el ambiente viviente, donde se establece la vida.
El encuentro fue organizado por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) del Gobierno ecuatoriano, con la colaboración de la Universidad Técnica Particular de Loja.
Uno de los objetivos de la cita fue promover y apoyar un cambio en los sistemas de producción en Ecuador, conservar su diversidad biológica y su ambiente.
En el encuentro participaron científicos nacionales y extranjeros como los académicos Elvira de Mejía (Universidad de Illinois), David Newman (Instituto Nacional del Cáncer de EEUU), Thomas C. Emmel (Fundation McGuire de Minesota) y Courth Whelan (Universidad de Florida), entre otros.
Mas información: http://www.elespectador.com/ecologico/index.php
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