Unos 850 hombres trabajan para contener el desastre que pueden causar las aguas desbordadas.
La lucha del Distrito contra el desbordamiento del río Bogotá en territorio urbano se acentuó hace una semana, cuando las filtraciones del caudal aumentaron a ocho, y las inundaciones se extendieron a la pista dos del aeropuerto Eldorado, a Bosa y Engativá.
Desde entonces, 850 hombres de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y del Batallón de Prevención y Atención de Desastres, con sede en Tolemaida, todos los días, de 7 a. m a 8 p. m., trabajan para contener el desastre que pueden causar esas aguas.
Ellos, en medio del pésimo olor del río y las desesperantes picadas de los zancudos vespertinos, hasta ahora han levantado con palas 10.000 metros cúbicos de recebo traído de las canteras de Mosquera y lo han echado en unas 20.000 talegas, cada una de las cuales ha quedado con un peso de 50 kilos.
Esas pesadas lonas son las que operarios y soldados vienen descargando, unas sobre otras, para levantar las barreras -hasta de dos metros de altura- con las que buscan taponar los boquetes y reforzar los jarillones caídos o debilitados por los caudales.
Las talegas las ajustan con pilotes, que son troncos de eucaliptos transportados desde Tabio y Neusa. Así están armándose las barreras en las fronteras del aeropuerto (ver el mapa). En otros tramos del río, en el sector de Fontibón, están retirando el buchón para que el agua no se represe y desborde sobre esta área.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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