Comprar con responsabilidad es la clave para preservar los recursos de la Tierra.
Actualmente existen 7 mil millones de personas en el mundo que utilizan recursos equivalentes a la producción de un planeta y medio. Esto quiere decir, según la organización ambiental Ecological Footprint, que usamos en un año lo que la Tierra tarda en producir en un año y medio. Consumimos mucho más de lo que necesitamos y no le permitimos al planeta recuperarse y la situación tiende a agravarse, más si tenemos en cuenta que en el 2045 seremos 9 mil millones.
Es urgente revertir la fórmula y la propuesta de los expertos en el tema es que como consumidores asumamos nuestra responsabilidad y, la mejor manera de lograrlo, es reflexionar en el momento de la compra.
El primer paso, es preguntarse si el producto es realmente necesario o si se podría prescindir de él. Luego, es clave tener claro qué comprar, qué uso se le dará al producto y qué pasará con él cuando llegue la hora de desecharlo. Esta forma de actuar contribuye a reparar el daño del planeta con costumbres responsables de consumo.
A continuación, algunas recomendaciones para tener en cuenta a la hora de comprar y escoger los productos, y reducir el impacto que cada uno tiene en el medio ambiente.
1. Invierta en calidad. Es mejor comprar un par de zapatos que tengan una vida útil larga, aunque cuesten un poco más de dinero, que un par que le dure apenas un par de meses. Cuando paga por la calidad de un producto, seguramente este le durará más y, por lo tanto, contribuirá a una menor producción de residuos y basuras. Recuerde, lo barato sale caro.
2. Evite el exceso de empaques. ¿Ha pedido una hamburguesa y cuando la recibe descubre que la carne está envuelta en papel aluminio, el pan viene en una caja de icopor, las papas en otro recipiente, la gaseosa en un vaso de cartón con tapa plástica y todo esto dentro de un gran paquete? Muchos restaurantes y tiendas usan una cantidad excesiva de empaques que contaminan muchísimo, por eso usted debe considerar si sigue comprándoles o, mejor, si en vez de pedir domicilio, va hasta el lugar a consumir directamente... No solo cuidará del medio ambiente, sino que puede ser una buena excusa para salir a divertirse.
3. Recargue la ecología. Una vez la envoltura metálica de las baterías comunes se daña, el zinc y el carbono que contienen pueden contaminar hasta 3 mil litros de agua. Por otro lado, los cartuchos de las impresoras están hechos de plástico y la tinta también contamina las fuentes hídricas. Por eso, la clave es reutilizar: compre baterías recargables que pueden durar hasta 500 veces más que las comunes y recargue los cartuchos de su impresora. Así no solo reduce la cantidad de desperdicios, sino que de paso ahorra dinero.
4. No coma delfín, coma atún. Algunas empresas han implementado procesos amables con el medio ambiente y abandonaron prácticas de explotación indiscriminada de recursos. Por eso, si compra atún, asegúrese de que lleve el sello Dolphin safe, que certifica que en el proceso de pesca no quedaron atrapados delfines y otras especies marinas. De la misma manera, en cuanto a productos de belleza, prefiera los que no han sido probados en animales (lo dicen en su etiqueta).
5. Escoja productos con bajo consumo energético. Compre bombillos ahorradores, que consumen cinco veces menos y duran seis veces más que los incandescentes, y prefiera los electrodomésticos que tienen el logo Energy Star¿, que lo llevan aquellos aparatos que colaboran con un bajo consumo energético.
6. A menos que vaya a almacenar alimentos, no compre enlatados. Un producto enlatado utiliza conservantes para garantizar su duración, lata para el embalaje, papel e impresión en el etiquetado y debe ser transportado hasta el almacén o tienda. Los enlatados son productos cuyo fin es durar en el tiempo, por eso no los use en su día a día y, más bien, consuma alimentos frescos.
7. Compre productos reciclables o reutilizables. Prefiera productos empacados en materiales biodegradables o reutilizables (bolsas hechas de malla, tela, lino, fique o cajas de cartón), y evite otros como el icopor, que puede tardar desde 500 hasta mil años en descomponerse, o el tetrapak, que está formado por papel, cartón, aluminio y plástico, por lo que es difícil reciclarlo. También recuerde, a la hora de ir al supermercado, llevar una bolsa de tela (en los mismos supermercados las venden) y pedir que le empaquen allí los productos que compra.
8. Papel y madera se escriben con FSC. Algunas productoras de papel y maderas se comprometen con la reforestación de bosques y, por cada árbol que utilizan, siembran tres. Estas empresas reciben un sello de certificación forestal voluntaria (FSC, por sus siglas en inglés) y usted puede encontrarlo en los productos que adquiera.
9. Dígale adiós al apetito animal. Ni los huevos de iguana ni la sopa de tortuga son afrodisíacos. Antes de pedir un plato 'exótico' piense en que literalmente se está comiendo nuestra riqueza, pues estos animales hacen parte de las 600 especies colombianas que están en peligro de extinción. Claro, no solo se trata del gusto gastronómico, sino del sentido de la moda, por eso, dígales no a las prendas hechas con pieles de animales. Si quiere lucir al último rugido de la moda, use las sintéticas.
10. Prefiera lo colombiano. Comprar productos nacionales no solo incentiva el desarrollo de nuestra economía, sino que ayuda al medio ambiente, porque no se necesitan largos recorridos para transportarlos para que finalmente lleguen a las tiendas. Los aviones, carros y camiones son los principales emisores de dióxido de carbono y esta es una causa del calentamiento global; por eso, si usted se inclina por lo local, le estará ayudando al planeta a respirar mejor.
¿Qué es el desarrollo sostenible?
"Un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades", según la Comisión mundial del medio ambiente de la ONU.
En otras palabras, es usar sabiamente los recursos del planeta y evitar el desperdicio y la contaminación a través de procesos que sean amigables con el medio ambiente y las comunidades, que deben poner en marcha las empresas y gobiernos.
Actualmente existen 7 mil millones de personas en el mundo que utilizan recursos equivalentes a la producción de un planeta y medio. Esto quiere decir, según la organización ambiental Ecological Footprint, que usamos en un año lo que la Tierra tarda en producir en un año y medio. Consumimos mucho más de lo que necesitamos y no le permitimos al planeta recuperarse y la situación tiende a agravarse, más si tenemos en cuenta que en el 2045 seremos 9 mil millones.
Es urgente revertir la fórmula y la propuesta de los expertos en el tema es que como consumidores asumamos nuestra responsabilidad y, la mejor manera de lograrlo, es reflexionar en el momento de la compra.
El primer paso, es preguntarse si el producto es realmente necesario o si se podría prescindir de él. Luego, es clave tener claro qué comprar, qué uso se le dará al producto y qué pasará con él cuando llegue la hora de desecharlo. Esta forma de actuar contribuye a reparar el daño del planeta con costumbres responsables de consumo.
A continuación, algunas recomendaciones para tener en cuenta a la hora de comprar y escoger los productos, y reducir el impacto que cada uno tiene en el medio ambiente.
1. Invierta en calidad. Es mejor comprar un par de zapatos que tengan una vida útil larga, aunque cuesten un poco más de dinero, que un par que le dure apenas un par de meses. Cuando paga por la calidad de un producto, seguramente este le durará más y, por lo tanto, contribuirá a una menor producción de residuos y basuras. Recuerde, lo barato sale caro.
2. Evite el exceso de empaques. ¿Ha pedido una hamburguesa y cuando la recibe descubre que la carne está envuelta en papel aluminio, el pan viene en una caja de icopor, las papas en otro recipiente, la gaseosa en un vaso de cartón con tapa plástica y todo esto dentro de un gran paquete? Muchos restaurantes y tiendas usan una cantidad excesiva de empaques que contaminan muchísimo, por eso usted debe considerar si sigue comprándoles o, mejor, si en vez de pedir domicilio, va hasta el lugar a consumir directamente... No solo cuidará del medio ambiente, sino que puede ser una buena excusa para salir a divertirse.
3. Recargue la ecología. Una vez la envoltura metálica de las baterías comunes se daña, el zinc y el carbono que contienen pueden contaminar hasta 3 mil litros de agua. Por otro lado, los cartuchos de las impresoras están hechos de plástico y la tinta también contamina las fuentes hídricas. Por eso, la clave es reutilizar: compre baterías recargables que pueden durar hasta 500 veces más que las comunes y recargue los cartuchos de su impresora. Así no solo reduce la cantidad de desperdicios, sino que de paso ahorra dinero.
4. No coma delfín, coma atún. Algunas empresas han implementado procesos amables con el medio ambiente y abandonaron prácticas de explotación indiscriminada de recursos. Por eso, si compra atún, asegúrese de que lleve el sello Dolphin safe, que certifica que en el proceso de pesca no quedaron atrapados delfines y otras especies marinas. De la misma manera, en cuanto a productos de belleza, prefiera los que no han sido probados en animales (lo dicen en su etiqueta).
5. Escoja productos con bajo consumo energético. Compre bombillos ahorradores, que consumen cinco veces menos y duran seis veces más que los incandescentes, y prefiera los electrodomésticos que tienen el logo Energy Star¿, que lo llevan aquellos aparatos que colaboran con un bajo consumo energético.
6. A menos que vaya a almacenar alimentos, no compre enlatados. Un producto enlatado utiliza conservantes para garantizar su duración, lata para el embalaje, papel e impresión en el etiquetado y debe ser transportado hasta el almacén o tienda. Los enlatados son productos cuyo fin es durar en el tiempo, por eso no los use en su día a día y, más bien, consuma alimentos frescos.
7. Compre productos reciclables o reutilizables. Prefiera productos empacados en materiales biodegradables o reutilizables (bolsas hechas de malla, tela, lino, fique o cajas de cartón), y evite otros como el icopor, que puede tardar desde 500 hasta mil años en descomponerse, o el tetrapak, que está formado por papel, cartón, aluminio y plástico, por lo que es difícil reciclarlo. También recuerde, a la hora de ir al supermercado, llevar una bolsa de tela (en los mismos supermercados las venden) y pedir que le empaquen allí los productos que compra.
8. Papel y madera se escriben con FSC. Algunas productoras de papel y maderas se comprometen con la reforestación de bosques y, por cada árbol que utilizan, siembran tres. Estas empresas reciben un sello de certificación forestal voluntaria (FSC, por sus siglas en inglés) y usted puede encontrarlo en los productos que adquiera.
9. Dígale adiós al apetito animal. Ni los huevos de iguana ni la sopa de tortuga son afrodisíacos. Antes de pedir un plato 'exótico' piense en que literalmente se está comiendo nuestra riqueza, pues estos animales hacen parte de las 600 especies colombianas que están en peligro de extinción. Claro, no solo se trata del gusto gastronómico, sino del sentido de la moda, por eso, dígales no a las prendas hechas con pieles de animales. Si quiere lucir al último rugido de la moda, use las sintéticas.
10. Prefiera lo colombiano. Comprar productos nacionales no solo incentiva el desarrollo de nuestra economía, sino que ayuda al medio ambiente, porque no se necesitan largos recorridos para transportarlos para que finalmente lleguen a las tiendas. Los aviones, carros y camiones son los principales emisores de dióxido de carbono y esta es una causa del calentamiento global; por eso, si usted se inclina por lo local, le estará ayudando al planeta a respirar mejor.
¿Qué es el desarrollo sostenible?
"Un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades", según la Comisión mundial del medio ambiente de la ONU.
En otras palabras, es usar sabiamente los recursos del planeta y evitar el desperdicio y la contaminación a través de procesos que sean amigables con el medio ambiente y las comunidades, que deben poner en marcha las empresas y gobiernos.
Mas información: http://www.eltiempo.com/carrusel/compre-y-ayude-al-planeta_9057320-4
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